Ha muerto a los 96 años en su residencia de Balmoral (Escocia). A primera hora de la tarde del pasado jueves comenzaban a llegar las primeras noticias sobre su delicado estado de salud y horas después se confirmaba su fallecimiento. El mundo entero está consternado, sobre todo en aquellos lugares donde reside un importante número de ciudadanos británicos. Como en San Fulgencio, donde 3.000 de los 8.000 empadronados son británicos.